Día del Medio Ambiente
No es nada nuevo: se ha hecho siempre, reutilizar, aprovechar al máximo un producto, un recurso, materiales, todo... no hace tanto se sacaban las puntas de un mueble para volver a clavarlas, se devolvían lo envases de las bebidas para volverlos a rellenar, se aprovechaba el somier viejo para hacer una valla en el campo, se cosía la ropa hasta agotarla... y una largo etcétera que muchos recordarán. Después vino toda esta locura del "comprar-usar-tirar" que ha llenado el planeta de residuos hasta un punto insostenible, y se tira absolutamente todo, sin ningún criterio ni lógica: en nuestros basureros hay ropa nueva, muebles nuevos, electrodomésticos nuevos, mil cosas que no deberían estar allí, pero que en esta dinámica de obsolescencia programada acaban su vida útil mucho antes de lo que debería.
Por eso apostamos por reutilizar, reutilizar y reutilizar. Nos tenemos que hacer conscientes de que los recursos del planeta son finitos, y que el espacio para almacenar basura también es finito. Sólo recuperando esa sensibilidad con nuestro entorno, dando valor a los productos que llegan a nuestra manos, reconociendo el esfuerzo que supone conseguir todos esos alimentos, electrodomésticos, muebles, edificios... y haciendo que la alargascencia vaya siendo una palabra que nos resulte familiar, un hábito en nuestro comportamiento social.
De momento, y con toda humildad, conscientes de la escala de nuestro proyecto, pero sabiendo que podemos sumarnos a otros esfuerzos que ya se están haciendo, tanto desde el ámbito privado como desde la administración, ponemos delante de la sociedad un proyecto de Reutilización ubicado en Gibraleón, y enmarcado en la Red Emaús. Y con esta apuesta celebramos el Día del Medio Ambiente.